La capacidad para trabajar en equipo es una habilidad fundamental. Más allá de cuál sea nuestro rol o responsabilidades dentro de la empresa, el trabajo que desarrollamos de forma individual está íntimamente vinculado al de nuestros compañeros. Trabajar en equipo es clave para alcanzar objetivos comunes.
Trabajar en equipo facilita el día a día. Estar rodeado de personas que te ayudan y en quienes puedes apoyarte a la hora de resolver problemas brinda la oportunidad de aprender de ellos y, de igual manera, aportar con tus conocimientos para establecer soluciones. Sin embargo, el trabajo en equipo involucra múltiples factores y estas cinco claves serán muy útiles para seguir puliendo estas habilidades y ¡alcanzar el éxito todos juntos!
1. Confianza
Las relaciones humanas se basan en la confianza. Sin confianza no hay nada. Es imprescindible que se trabaje por construir un ambiente agradable y cómodo dentro del grupo y que todos los integrantes se sientan libres para expresar sus pensamientos, sensaciones y miedos.
2. Buena comunicación
La comunicación efectiva es uno de los pilares fundamentales para que haya un ambiente sano y enriquecedor. Deben existir los canales de comunicación adecuados y los miembros del equipo deben hacer un esfuerzo por escucharse, entenderse y empatizar.
3. Diversidad
De nada sirve un equipo formado por perfiles homogéneos donde todos sean creativos, autoritarios o perfeccionistas. Cuanto más variados sean los integrantes, más ricas y originales serán las conclusiones a las que se llegue. Diferentes puntos de vista enriquecen las ideas.
4. Sentido de pertenencia
Es crucial que la gente que forma parte del grupo esté involucrada con sus compañeros y con los proyectos en desarrollo. Si los integrantes sienten que forman parte de algo común se alcanzará la motivación necesaria para el éxito.
5. Responsabilidad compartida – Tareas divididas
Ser parte de un equipo implica trabajar por un objetivo común. Tanto los éxitos de tus compañeros como el peso de los fracasos serán compartidos por todo el equipo. Las tareas de cada integrante deben estar muy claras y cada integrante debe conocer lo que tiene que hacer. Así, se evitarán tensiones internas y envidias. No se debe menospreciar el trabajo del resto, ni pensar que tú trabajas mucho más que los demás. Recuerda que cada uno desempeña tareas diferentes, pero todas imprescindibles para el éxito del trabajo final.